Cómo controlo las plagas en el huerto?

Hoy en día tenemos bastantes conocimientos obtenidos de cursos, charlas e información de especialistas ecológicos, acerca de la mayoría de parásitos, insectos, virus, hongos y bacterias que pueden llegar a afectar a nuestro cultivo, de modo que su control para mi,  es una realidad.

Siempre, el primer paso que aplico para frenar una plaga es conocerla, investigar sobre sus características y sus hábitos, por lo que a continuación voy a hacer un listado de las plagas y enfermedades que afectan  frecuentemente nuestro huerto, con el fin de saber luchar contra ellas en caso de que se instalen en nuestras plantas cultivadas.

Mosca blanca:

Se suelen instalar en el envés (parte de atrás) de las hojas, saliendo muchas volando cuando mueves las hojas con la mano. Los daños más frecuentes que suelen causar son el amarilleamiento e incluso la caída prematura de las hojas, por picaduras directas en las mismas. Los cultivos más importantes que suelen verse afectados por mosca blanca son, entre otros, el del tomate, la judía, el pimiento, la cebolla, el calabacín, la zanahoria y la col. 

Mis  métodos de control:

1) Plantar romero y/o albahaca cerca, pues son dos plantas aromáticas cuya fragancia ahuyenta a la mosca blanca. 

2) Colocar trampas cromáticas, que consisten en pequeñas láminas adhesivas de colores por las que se sentirá atraída la mosca blanca, y en las cuales quedará atrapada. 

Pulgón:

Posiblemente sea el parásito más conocido. Hay muchas especies diferentes, pero todas se caracterizan por tener un pico succionador-chupador con el cual perforan las hojas y los tallos de las plantas para alimentarse de la savia. Es común su asociación con hormigas, que se alimentan de una sustancia azucarada que segregan los pulgones (melaza), de modo que, observar hormigas en alguno de nuestras hortalizas, será una señal muy clara de que la hortaliza en cuestión está afectada por pulgón.

Mi Control:

1.- Ajo: Hervir en 1 litro de agua 5 dientes de ajo. Dejar enfriar y pulverizar sobre la parte afectada.

2.- Cebolla: Hervir  por 5 minutos en 1 litro de agua 1 cebolla picada. Dejar enfriar y pulverizar sobre la parte afectada.

3.- Jabón: Diluir 1 cucharada de jabón neutro en 1 litro de agua y pulverizar

Araña roja:

También conocida por su nombre científico Tetranichus urticae, son unas arañas rojas de muy pequeñas, pero distinguibles a simple vista que se instalan, principalmente, en el envés de las hojas. Sus daños son reconocibles por que se manifiestan apareciendo manchas o puntitos amarillentos en las hojas. Es estadíos más desarrollados de la plaga, las hojas terminan secándose y caen. Los daños serán más virulentos cuanto más cálido y seco sea el clima. Esta plaga es muy furtiva y afecta a gran cantidad de cultivos, árboles frutales y plantas de jardín, como por ejemplo la patata, la judía, la calabaza o el almendro. En lo que se refiere al control de esta plaga, lo mejor que podemos hacer es cortar las zonas afectadas y arrancar las malas hierbas circundantes a nuestro cultivo. También recomendamos, como siempre, el ecológico y respetuoso método de control mediante enemigos naturales. En concreto, para el control de la araña roja se suelen comercializar preparados biológicos a base de ácaros fitoseidos, que son depredadores voraces de huevos, larvas y adultos de araña roja.

Nemátodos:

Son gusanos microscópicos que encuentran su hábitat perfecto en la mayoría de los suelos, en especial los que presentan mucha humedad. Por esto, son parásitos muy típicos en la huerta. Atacan principalmente las raíces, para alimentarse de ellas, de modo que una plaga muy abundante puede llegar a matar la planta. No será fácil reconocer que nuestro cultivo esté siendo afectado por nemátodos, puesto que los síntomas que producen son bastante similares a los que podría producir la falta de agua o de nutrientes. En general, una clorosis acentuada o un desarrollo muy deficiente, será una señal de que las reices están siendo atacadas por nemátodos (siempre que podamos descartar la sequía o la falta de nutrientes). Entre los cultivos afectados podemos encontrar cualquier planta hortícola, como la berenjena, la patata o la cebolla. El mejor método de control será la rotación de cultivos, aunque también puedes plantar salvia cerca de tu huerto, ya que es una de las pocas plantas que hace que estos parásitos se alejen.

Trips:

Son diminutos insectos (de 1 a 2 mm de longitud) que recuerdan a las tijeretas y que atacan (pican) a todas las partes de la planta. Sus daños son fácilmente reconocibles, pues los frutos, hojas y tallos afectados toman una coloración como grisáceo-metálica muy característica. También pueden atacar las flores. En general, no es una plaga demasiado grave. El mayor problema asociado a este insecto es que transmiten una enfermedad vírica bastante grave, el virus del bronceado del tomate. El proceso de transmisión es muy sencillo, el trip pica una planta infectada, succiona el virus y, al picar a una nueva planta, se lo transmite. Así, los cultivos más afectados por el trips y por el virus que transmite son la tomatera, la judía y la berenjena. En cuanto a su control, recomendamos la colocación de trampas adhesivas de color azul, por las cuales se sentirán atraidas y, al entrar en contacto con ellas, quedarán allí atrapadas. Si prefieres tratar la plaga mediante el método de enemigos naturales, deberás conseguir principalmente dos ácaros que se nutren de las larvas de trips, Neoseiulus barkerii y Amblyseius cucumeris.

Oídio:

En un hongo que se caracteriza por crear una capa pulverulenta o algodonosa de colores blancuzcos y en forma estrellada sobretodo en las hojas, aunque también puede atacar los tallos. Los principales cultivos hortícolas susceptibles de ser atacados por este hongo son: el pepino, el calabacín, el melón y la vid. En cuanto al control ecológico de esta enfermedad, debemos destacar la adición de infusión de cola de caballo en las zonas afectadas. La cola de caballo es un excelente fungicida. yó preparo una fórmula que ha dado resultado y es fácil d preparar: Bicarbonato (3 cucharadas), Aceite comesible (2 cucharadas), Agua (1 litro) y rocío las hojas dañadas con esta mezcla. Usualmente usan Azufre en polvo o mojable pero esto afea la plantación y a veces no es tan efectivo.

Mildiu:

Muy conocida por su nombre científico, Phytophthora infestans. Los síntomas son fácilmente reconocibles, pues provoca unas carácterísticas manchas de colores que viran del verde al amarillo en hojas, tallos y frutos. Los cultivos que suelen verse afectados por este hongo son, entre otros: la patata, el tomate y el pimiento. En relación a su control, podemos destacar, al igual que en el caso anterior, el tratamiento con infusión de cola de caballo. Pero además de este tratamiento, nosotros recomendamos la adición al suelo de un hongo antagonista de muchos hongos patógenos, entre los que se encuentra el causante del milidu. Su nombre es Trichoderma harzianum, y es un hongo que hoy por hoy se encuetra facilmente en el comercio.

Negrilla:

Se trata de un hongo asociado a la melaza, esa sustancia azucarada que, como hemos mencionado anteriormente, segregan tanto los pulgones como la mosca blanca. Es fácilmente reconocible por la aparición de una capa pulverulenta de color negruzco que cubre tanto hojas como tallo y frutos. Los daños están directamente relacionados con esta capa pues, al estar las hojas cubiertas, la función fotosintética de la planta disminuirá considerablemente, lo que se traducirá en una pérdida de vigor general y, por consiguiente, en una pérdida de producción. Algunos de los cultivos susceptibles de padecer la negrilla son: la patata, el guisante, la col, la cebolla, el calabacín o el pimiento. El método de control más eficaz contra este hongo es aplicar los métodos mencionados contra pulgón y mosca blanca.

Roya:

Hongo de sencilla identificación, pues se caracteriza por la aparición de una serie de pústulas rojizas en el envés de las hojas. Las hojas más afectadas terminarán por caer. Algunos de los cultivos susceptibles de ser infectados por este hongo serían la judía, el guisante o el haba. En cuanto a control, volvemos a repetir el tratamiento con infusión de cola de caballo, que, como he apuntado antes, es un antifúngico de extraordinaria fuerza.